La exhortación a la alegría cristiana se trasmite siempre con el propio testimonio. Esto fue justamente lo que el Apóstol Pablo se empeñó en comunicar y transmitir por medio de sus cartas a los cristianos de Tesalónica y Filipos. Nuestro análisis exegético-teológico de 1Tes 5,12-24 y Flp 4,2-9 presenta de manera sintética la riqueza de la exhortación paulina que, en estos pasajes, se delinea con un número considerable de semejanzas. Este estudio permite descubrir en la experiencia de Pablo el motivo de su propia alegría, que se convierte en el imperativo ?a????? para la comunidad: «alégrense siempre» (1Tes 5,16), «alégrense en el Señor siempre» (Flp 4,4). El Apóstol reconoce que las características propias de Dios se manifiestan con toda perfección en Cristo, figura central y clave hermenéutica de su teología, y en el Espíritu Santo, agente de la comunión que irradia sus dones espirituales a la comunidad eclesial que va en camino hacia el ???o?, hacia Dios, reconocido en estos dos textos como el «Dios de la paz» (1Tes 5,23; Flp 4,9). Las exhortaciones que perfilan este itinerario presentan un sólido fundamento teológico que confluye en una proyección ética aplicable a todo tiempo y contexto, que requerirá de la ??????? de Cristo para que las comunidades cristianas puedan tener una misma mentalidad y puedan encontrar en Cristo ?a?? e ??????, aun en un ambiente adverso.